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Múltiples pobrezas y el pensamiento único

Siempre cuando las personas hablamos de pobreza se nos viene a la cabeza personas que no tiene
para comer, vestirse o vivir dignamente, jamás pensando que una persona con plata es alguien
“pobre”.  Maria teresa sirvent con tu texto “El valor de educar en la sociedad actual y el “talón de
aquiles” del pensamiento único” nos presentó múltiples pobreza: pobreza económica que es la que
todos conocemos y otras tres pobrezas tiene que ver con carencias en la satisfacción de otras
necesidades humanas.
Una de estas múltiples pobrezas es la pobreza de protección que aparte de cuestiones de violencia e
inseguridad cotidiana también habla de el miedo a la pérdida de empleo, el miedo a la inestabilidad, a
la inseguridad del empleo en negro, miedo a participar y el miedo al terrorismo institucional
internalizado. Estas generan sensaciones de desamparo y soledad, individualismo, la fragmentación y
la ruptura de la acción colectiva.
Por otro lado tenemos la pobreza de participación  que fomenta el individualismo la fragmentación del
pueblo, el escepticismo político y por tanto la desmovilización también en nuestros ámbitos
profesionales.
Por último la pobreza de comprensión que se refiere a los factores sociales que nos imposibilitan la
reflexión de la información y la construcción del pensamiento crítico. Esta pobreza es la que crea
“un pensamiento único” que hace que creamos que todo tiene que ser de una determinada manera y
no puede ser de otra. 


El pensamiento único neoliberal  se expresa como categorías/conceptos que usamos en nuestra vida
cotidiana, como también se expresa en falacias que nos llevan a legitimar las decisiones políticas,
económicas y sociales como las únicas posibles, acá hablamos de los mitos burgueses, de “los
adolescentes no quieren estudiar”, “los docentes hacen paro porque no quieren trabajar”, “antes todo
hay que hacer un ajuste”, y las mil cosas que dicen los políticos haciéndonos creer que era la única
manera para que el país esté mejor. El pensamiento único se apoya en mecanismo que distorsiona
el análisis de la realidad haciéndonos creer que nosotros somos los culpable de la pobreza o que lo 
son los extrajeron que vienen a Argentina. 
Como educadores tenemos elementos de lucha para actuar en contra del pensamiento único, es
nuestro derecho y deber. Conocemos su “talón de aquiles” la esencia del ser humano, la capacidad
innata de problematizar la realidad, que solo la pueden tapar pero es nuestro deber sacarla a flote. 
Si bien la primera pobreza que conocemos los docentes es la de económica, si nosotros pensamos
primero en esa, luego en la pobreza de protección, después la pobreza de participación y por último
la de compresión, nos llenaremos de problemáticas en las que no vamo a poder hacer mucho y no
llegaremos a trabajar la pobreza de compresión, por esto debemos empezar trabajando esta pobreza
y luego con esta ir ayudando/transformando las demás. 
Como cambiar el pensamiento único en nuestro posicionamiento como educadores es lo que nos
propone la autora:

Primero deconstruir la realidad, los sentidos comunes, incentivar las preguntar, recordar la memoria
colectiva, aunque no seamos profesores de Historia. Luego estimular nuestra capacidad de
problematizar la realidad, animándonos a pensar diferente. A partir de allí construir conocimiento y por
último reconstruir la memoria colectiva, ya que todos los cambios favorables que se vivieron a lo largo
de la historia fueron con las organizaciones de las personas.

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