El banco mundial, creado por acuerdos de la segunda posguerra mundial, dio préstamos en dólares a Europa, el perdedor de la guerra para su reconstrucción, el famoso Plan Marshall. A partir de ahí en el mundo se empezó a movilizar mucho más el dólar y se comercializaba con ello. Con los años el Banco mundial empezó a dar préstamos a muchos países subdesarrollados, incluyendo países de América Latina. Entre los préstamos que daba, se encuentran los préstamos para Educación: para la década de los ´90 de todo el presupuesto de educación de Argentina, solo el 0,5 provenía del Banco mundial, pero aún así dicho préstamo venía con un paquete de reformas.
No solo en Banco Mundial venía con reformas, sino que también, aprobaron préstamos que ellos creían necesarios. En la época del ´90 se dio muy poco dinero para infraestructura de las escuela y mucho más para extender la educación primera, ya que lo que buscaban era llevar la ideología neoliberal al resto del mundo y para eso, no importaba en qué condiciones se encuentren los establecimiento, como viven sus maestros y maestras o cuanta cantidad de estudiantes hay por curso.
Exactamente para 1995 el banco mundial publica un documento, escrito por economistas, argumentando que si se invierte en educación el país va a ser desarrollado, negando los verdaderos motivos por los cuales América Latina es un país subdesarrollado. En dicho texto, incorpora una visión economicista de la educación hablando de insumos, incidencias, costos, clientes, etc.
En el paquete del banco mundial se encuentran priorizar la educación básica, mejorar la calidad y eficacia, descentralización e instituciones autónomas y responsables por los resultados, participación de las familias y la comunidad, mayor participación del sector privado y ONG. Paralelo a esto, notamos como Argentina, con la ley federal de educación (1993) y la ley de transferencia (1994) seguía perfectamente lo que el banco mundial pensaba: se crea el EGB y polimodal, aumento de días de clases, operativos de evaluación, cooperadoras escolares, jurisdicciones responsables de financiar la educación, entre otras cosas. Cuando el documento habla de mejorar la calidad y eficacia ordena aspectos desde lo que tiene más alta incidencia hasta la que tiene menor incidencia en la educación, priorizando los que, por casualidad tiene más bajos costos:
1 Bibliotecas
2 Tiempo de instrucción
3 Tareas en el hogar
4 Libros didácticos
5 Conocimientos del profesor
6 Experiencia del profesor
7 Laboratorios
8 Salario del profesor
9 Tamaño de la clase
Los que estudiamos y trabajamos en educación estamos muy lejos de ordenar estas cuestiones así, el tamaño de la clase, en vez de ser el último en la incidencia sería el primero. Para nada se parecen una clase con 25 alumnos, la cual el docente le puede dedicar mucho más tiempo a cada uno, que una clase de 60 alumnos. Como tampoco es lo mismo tener un docente con un buen salario que a uno que tiene que salir a las calles hacer paro porque no le alcanza para vivir bien. El banco mundial prioriza una educación mecánica pretendiendo que los docentes se arreglen leyendo libros didácticos que ellos mismo producen, en ves de capacitarse años en educación.
En 2015, el banco mundial vuelve a publicar un documentos de “profesores excelentes” hablando del ausentismo docente en todo América Latina, que los profesores están poco preparados para usar el tiempo de clase de forma eficaz. Por lo visto, tendría que haber un culpable de porque no nos desarrollamos, porque el sistema educativo no funciona como debe. ¿Por qué? Porque los docente son ineficaces. Aparte de argumentar que los docente somos los únicos responsables de cómo funcione la educación, recomienda a los gobiernos establecer alianzas eficaces a favor de la reforma con directivos de empresas y con la sociedad civil mediante campañas de comunicación que muestren de manera convincente las falencias actuales del sistema educativo y la importancia de contar con una mejor educación para lograr competitividad económica. A continuación de este documento empiezan las reformas en Argentina. Ejemplos tenemos un montón: se crea el Instituto de evaluación educativa (diciembre 2015), operativos aprender (2016), una semana antes de que empiecen las clases, macri da los resultados del operativo aprender culpando a los docentes, buscando el apoyo popular. Paros docentes en medio de las críticas del pueblo. Un mes después, sale el Plan Maestro:
“El desempeño profesional de los docentes constituye un factor clave para la mejora de la calidad educativa. La experiencia internacional muestra que la calidad de la educación de un país se define por la calidad de sus maestros y profesores.”
Y así toda la responsabilidad de la educación la cargamos los docentes, debilitando los sindicatos para que quedemos en evidencia y no tengamos ningún tipo de apoyo a la hora de protestar.
Comentarios
Publicar un comentario